sábado, 16 de enero de 2010

Sentir. Respirar emociones. Supurar heridas cardíacas. Fragmentos de una vida pasada, nómada, imposible. Imposible dejar de sentirte, aquí, dentro de mi. Incluso a contraluz, donde ya no dueles. Exceptuando las noches de un frío condensado dentro de mis pulmones, junto al humo de un cigarro amargo. Casi haciendo honor a tu insípida ausencia. Donde ya ni siquiera el aire se regala. Porque cada bocanada duele. Porque el tiempo pasa y tú, no estás.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario