martes, 25 de septiembre de 2012

Me enseñaron que si quieres puedes, que si puedes soñarlo puedes lograrlo. No lo sé. Aunque nunca lo he dudado. Pero ahora mismo... Y... otra vez esa sensación. Sabes lo que es ver que tu mundo se derrumba? que todo se te gira del revés? Nadie tiene ni idea de eso. Lo peor es no tener ni ganas, ni tiempo para ser capaz de reventar a llorar como si no hubiera un mañana. Irse corriendo, perderse, si hiciera falta a un lugar donde ni nada ni nadie te conociera. Y gritar, explotar, dejar ir toda esa rabia, esa impotencia acumulada que me estruja y me aprieta desde hace tanto.
Sabes? Si no he dicho nada... es porque no quiero perderte ya más. 
Gracias por ser tu, por tus caricias, por echar a correr de repente y decirme que no quieres más besos, y entonces agarrarme como si se acabara el mundo, por regalarme una sonrisa y entonces callarme con un beso. Gracias por sorprenderme como solo sabes hacer tú. Gracias por enseñarme a creer en la perfección de una persona imperfecta. Por nuestras buenas noches, por nuestros malos días. Gracias por escucharme cuando más falta me hacía. 
Gracias por tus te quiero aunque fueran mentira. 
Llegados aquí, únicamente me queda decirte que solo espero que te cuiden, que te valoren, y sobretodo, que siempre sonrías. Estás tan precioso cuando lo haces... Aunque más que nada espero, que encuentres a alguien con quien te roces solo la mitad con la pasión con la que nos rozamos tu y yo. (los dos sabemos que eso es improbable, por no decir imposible) Gracias otra vez...