sábado, 26 de marzo de 2011

Me he perdido. Lo acepto, me hundí en tus palabras, en nuestros sueños... nuestros proyectos, nuestras ganas de vernos, nuestra lujuria encerrada entre pestañeos.
Recuerdo la última vez que te vi de aquella manera, tu cara de estúpido malote y mi cara de cabrona con tacones. Ardía algo entre nosotros, algo tan grande que conseguía dejarnos distantes... dejando el frenesí en segundo plato. Y me quedé con hambre. No bastó con comernos con los ojos como siempre, con tantear las bocas a dos centímetros... no pudimos. Y no pude. Y... bye bye.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario